viernes, 2 de abril de 2010

Un poco mas de historia....

Los italo-mexicanos son ciudadanos mexicanos de ascendencia u origen italiano. La mayoría de las personas de ascendencia italiana que viven en México llegaron a finales del siglo XIX, y se han integrado perfectamente en la sociedad mexicana.



historia......

La historia de la inmigración italiana en Mexico empieza desde los tiempos del Imperio español y se caracteriza por una continua relación -aunque limitada en número- siempre amistosa y fructífera para Mexico.

{{Quote|Las relaciones entre Italia y México tienen raíces antiguas. Desde el tiempo de la Conquista y a lo largo del período colonial, en el independiente y en el de la revolución, no faltaron figuras de italianos que vivieron en este País y dejaron las huellas de su misión. Giovanni Paoli, originario di Brescia, introduce el arte de la imprenta en México y Estados Unidos en la primera mitad del siglo XVI. En Veracruz se admiran todavía las imponentes estructuras del fuerte de San Juan de Ulúa, proyectado y construido por el arquitecto militar Giovanbattista Antonelli. En el 600 numerosos misioneros se establecieron en el norte para evangelizar y explorar la parte del continente americano que se asoma al Pacífico. Basta citar al padre trentino Eusebio Francisco Chino, S.J., geógrafo y explorador que demostró que Baja California es una península, Giovanni Maria Salvaterra, D.J., misionero en California, fundador de colegios y provincias de su Orden en México. En el 800 tenemos una serie de militares italianos que vinieron a México a combatir al amparo de la Bandera de los insurgentes, como Vincenzo Filisola de Potenza, que participó en la guerra de independencia y fue el primer oficial patriota en entrar a la capital el 24 de septiembre de 1821. Otro combatiente que llegó a las jerarquías más altas del ejército mexicano fue el conde Giuseppe Stavoli di [[Parma], sobreviviente de las campañas napoleónicas.[1] }}

El italo-mexicano se ha originado en la experiencia común de la migración desde Italia a finales de 1800, un período caracterizado por una más general diáspora italiana en las Américas (en virtud de las presiones de la transformación económica y el proceso de unificación italiana en un Estado-nación en 1861), y el establecimiento de comunidades, principalmente en el centro y al occidente de México.

Sólo alrededor de 3.000 italianos emigraron a México durante este período, y al menos la mitad de ellos regresaron posteriormente a Italia, o fue a los Estados Unidos.[2]

Aunque hubo una pequena inmigración burguesa durante la colonia (en la que vino la familia de Manuel Lombardini, Presidente de Mexico en 1853), la mayoría de los italianos que vinieron a México eran agricultores o trabajadores agrícolas de los distritos del norte mexicano. La mayoría de estos inmigrantes procedieron del norte de Italia, especialmente desde el nordeste de las regiones de Véneto, Lombardía y Trentino-Alto Adigio.[3] Otros llegaron en las primeras décadas del siglo XX, incluídos muchos del sur de Italia.

Inmigrantes italianos en Monterrey (1905).

El aporte de la pequeña comunidad italiana en esas décadas se manifestó en muchas areas: en el campo de las Bellas Artes se recuerdan pintores como Eugenio Landesio, milanés, que enseñó en la Academia de San Carlos, además de Francesco Saverio Cavallari, oriundo de Palermo y profesor de la misma Academia; en arquitectura durante los primeros años del siglo XX trabajaron en México el arq. Silvio Contri, que hizo el edificio de la Secretaría de Transportes y el ferrarés Adamo Boari, a quien se deben el gran Palacio de Bellas Artes y el edificio de Correos en Ciudad de México.

Un número importante de colonos italianos, que llegaron a finales de 1800 y principios de 1900, recibió donaciones de tierras de parte del gobierno mexicano con las que crearon importantes colonias agricolas como Nueva Italia y Zentla:[4]

La colonización italiana del siglo XIX fue sin duda el suceso más relevante en el desarrollo histórico, político, demográfico y económico del municipio de Zentla. Entre otras consecuencias, trajo el asentamiento, en el territorio municipal, de centenares de colonos, con el consiguiente incremento demográfico (poblacional); la fundación de varios centros de población, entre ellos Manuel González (año 1882), y el posterior traslado de la cabecera municipal al mismo (en 1895). La actual cabecera de Zentla recibió la denominación de Manuel González, en honor del presidente del mismo nombre (años 1883-1893), quien favoreció su fundación y desarrollo durante su periodo presidencial cuatro años (1880-1884). Además, desde su fundación en 1882 ha sido conocida popularmente como la colonia de Huatusco (por la cercana ciudad de Huatusco Chicuéllar) y la colonia de los italianos. Estas denominaciones arraigaron tanto que 117 años después de su fundación, el pueblo es conocido, incluso en numerosos documentos oficiales, como "la Colonia".[5]

En el siglo XX los italo-mexicanos se han integrado completamente en los niveles altos de la sociedad mexicana, especialmente en el área metropolitana de la capital. Por ejemplo, la madre del Presidente de México Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) es de descendencia italiana.

En 2007, además de los italo-mexicanos, hay 9.478 Italianos residentes en Mexico (incluyendo los mexicanos con doble pasaporte)
Comunidad Italiana Actual....

Hoy en día, muchos italo-mexicanos siguen residiendo en las ciudades fundadas por sus antepasados. Otras ciudades fundadas por inmigrantes italianos se encuentran en los estados de Veracruz (Huatusco), San Luis Potosí, México y el Distrito Federal.

Si se llega a viajar al estado de Aguascalientes se puede notar que hay una gran porción de descendientes de italianos, resultado de la epoca de la emigración de franceses e italianos. Más pequeño, pero también notable, el número de italo-mexicanos que se encuentran en Guanajuato, Estado de México, y en las Ex-Haciendas (hoy ciudades) de Nueva Italia y Lombardía (hoy en día de nombre Gabriel Zamora) en el estado de Michoacán: fueron ambas fundadas por Don Dante Cusi originario de Gambará, Brescia, y posteriormente habitadas por los seguidores de Don Dante que emigraron de Italia (quienes ayudaron en los trabajos agrícolas altamente especializados y avanzados en su época, junto con la gente local).

Hoy en día el manejo de las tierras michoacanas por los Cusi sigue siendo objeto de estudio en Universidades Inglesas. Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo también ha recibido una notable cantidad de inmigrantes de Italia.

Se calcula que unos 300.000 mexicanos tienen descendencia italiana aunque casi todos han olvidado la lengua italiana, mientras que principalmente en la capital se encuentra una comunidad de casi 10.000 italianos (de pasaporte italiano), que hablan el idioma italiano. Hay que precisar que el estudioso Antonio Peconi afirma que son mas de medio millon los descendientes de italianos en el Mexico actual, ya que hay que agregar todos los hijos ilegítimos desde los tiempos de la colonia (especialmente con mujeres indias y mestizas, que no reportaban oficialmente la paternidad).[8]

La gran mayoría de los italo-mexicanos ha alcanzado un alto nivel social en la actual sociedad mexicana. Uno de los mas conocidos es Daniel Mastretta, creador del primer carro deportivo hecho en Mexico industrialmente: el Mastretta MXT.

Los nuevos inmigrantes italianos de las últimos años se han asentado especialmente en centros turísticos como la Riviera Maya, la Península de Baja California, Puerto Vallarta, Cancún y otras localidades, donde han adquirido vivienda y han generado fuentes de empleo como restaurantes, hoteles y centros de entretenimiento.

Cementerio de inmigrantes italianos en la Ciudad de México.
La ensalada César, forma parte de la gastronomía bajacaliforniana.

Belluno, Italia

Belluno es una provincia en la región del Véneto, Italia. Limita al norte con Austria (Tirol y Carintia), al este con el Friuli-Venezia Giulia (Provincia de Udine y Provincia de Pordenone), al sur con la Provincia de Treviso y con la Provincia de Vicenza, al este con el Trentino-Alto Adigio (Provincia de Trento y Provincia de Bolzano).

GEOGRAFIA

La provincia, muy extendida y casi enteramente montañosa, comprende las regiones geográficas del Cadore, del Feltrino, del Alpago, de la Val di Zoldo y del Agordino.

Ocupa gran parte de la provincia la sección oriental de los Dolomitas, con las cumbres del Tofane, del Tre Cime di Lavaredo, del Monte Pelmo, del Monte Civetta, de la Marmolada y de la Pale di San Martino (estos dos últimos en los límites con el Trentino). La província es rica en recursos hídricos y en ríos. El mayor río es el Piave, con los afluentes Boite y Cordevole. Lambisce il Feltrino anche el río Cismon, afluente del Brenta.

En la parte meridional de la provincia si extiende un territorio mayoritariamente llano, la Valbelluna, sobre la cual se perfilan los Prealpes vénetos (grupo del Schiara, monti del Sole, vette feltrine, macizo del Grappa) y se extiende el Parque Nacional de los Dolomitas Belluneses.

Los centros principales de la provincia (aparte de la capital, Belluno) son Feltre, Cortina d'Ampezzo, Agordo, Pieve di Cadore, Mel (bandera naranja del Turing club) y Sedico.

ECONOMIA

Durante un tiempo la economía del territorio se basaba en los pastos y en su pobre agricultura de montaña. Ahora la agricultura es poco significativa, limitado a cultivos menores, como el cultivo de la judía en el altiplano de Lamon.

En el Bellunese está presente uno de los distritos industriales más importantes del nordeste, el de la óptica, en particular en las zonas del Agordino y de Cadore. En Agordo tiene su sede Luxottica, una de las industrias italianas más activas a nivel internacional. En Longarone está presente sin embargo un establecimiento de Safilo.

Uno de los sectores más importantes para la economía es el turismo: la provincia de Belluno puede presumir de tener algunas de las estaciones de esquí más importantes a nivel nacional, entre las que destacan, Cortina d'Ampezzo, Alleghe, Auronzo di Cadore, Falcade, Arabba, Sappada, Alpe del Nevegal y en general las zonas del Cadore y del Agordino.